Fuentes Olavarría (2019) sintetiza así los cuatro momentos del aprendizaje experiencial:
1. En la experiencia concreta, el estudiante capta y percibe nueva información, a través de los sentidos, del contacto, con los aspectos tangibles de la experiencia.
2. En la observación reflexiva el estudiante procesa la experiencia, otorgándole sentido a lo observado y reflexionando sobre la conexión entre lo que se hace y las consecuencias de las acciones. Se incluyen en esta etapa actividades como preguntas de procesamiento, lluvia de ideas y discusiones, entre otras.
3. En la conceptualización abstracta el estudiante obtiene nueva información (percibe) pensando. Por medio del pensamiento, obtiene nuevos conceptos, ideas y teorías que orientan la acción. Se incluyen en esta etapa actividades como analogías y construcción de modelos, entre otras.
4. Finalmente, en la experimentación activa el estudiante comprende y procesa la nueva información haciendo, implicándose en nuevas experiencias y experimentando en forma activa para comprender […] (Fuentes Olavarría, 2019, p. 835).
Al cierre del ciclo de formación en pregrado y posgrado, en EAFIT esperamos que nuestros graduados sean sensibles y conscientes de los efectos de su intervención en el medio y que actúen con la seguridad que otorga el pensamiento crítico como orientador básico de la toma de decisiones. De allí la importancia de que los estudiantes entren en contacto con experiencias de aprendizaje que los expongan al contexto, al ambiente real, a retos y a problemas situados.
Como lo expone Baena Graciá (2019), para incrementar la motivación, facilitar el acercamiento de los estudiantes a situaciones frecuentes en el mundo profesional y mejorar su comprensión de los fenómenos, las cuatro fases de aprendizaje descritas –experiencia concreta, observación reflexiva, conceptualización abstracta y experimentación activa– promueven las siguientes acciones:
• Confiar: permite la apertura a la experiencia sin temor a la equivocación o a sentirse juzgado.
• Comunicar: hace posible compartir con los demás un punto de vista, aprender de la experiencia de los otros y auspiciar un ambiente para la libre expresión de las ideas.
• Cooperar: facilita el trabajo en equipo para la consecución de objetivos comunes.
• Interactuar: aporta lo esencial en el aprendizaje experiencial, ya que, gracias a la interacción con situaciones específicas que representen un desafío, se ven favorecidos los procesos cognitivos involucrados en el aprendizaje, al igual que la consolidación de conocimientos.